
¿Donde se compran, qué son, cómo se toman, cual es la posología y para qué se recomiendan los probióticos y los prebióticos? Toda la información y los mejores productos de microbiota aquí.
Cada vez hay más estudios que muestran las funciones de la microbiota en nuestro organismo relacionando su desequilibrio con enfermedades y problemas muy dispares.
Desde intolerancias alimentarias, caries o enfermedades autoinmunes hasta trastornos en el comportamiento como autismo o enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
O la piel, ya que en toda la dermis y mucosas hay microorganismos que viven en ella y que favorecen el buen funcionamiento de las mismas además de formar parte de nuestro sistema inmunológico como primera barrera de protección.
Cada vez hay más laboratorios farmacéuticos que estudian esta microbiota, la aíslan, la multiplican en laboratorio y estudian sus efectos beneficiosos para la salud y su seguridad.
En esta sección te ofrecemos diferentes productos que nos ayudarán a mejorar nuestra salud de una manera diferente, intentando mantener el equilibrio microbiótico que hay en nosotros mismos.
¿Sabías que más de la mitad de las células de nuestro cuerpo son bacterias? Se encuentran distribuidas por todo el organismo, pero, sobre todo, habitan en el sistema digestivo donde forman la microbiota intestinal. De hecho, el desequilibrio o reducción del número de estas bacterias puede provocar alteraciones de salud, desde estreñimiento, diarreas y gases hasta distensión abdominal e incluso, intolerancias alimentarias. Una estrategia para mantenerlas en perfecto equilibrio y garantizar la salud del sistema digestivo consiste en apostar por los probióticos y prebióticos.
¿Qué son los probióticos?
Según la Organización Mundial de la Salud, “los probióticos son microorganismos vivos que, cuando son suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud del organismo anfitrión”.
Básicamente, se trata de microorganismos que modifican la microbiota intestinal, ya sea por implantación o colonización, aumentando el número de bacterias “buenas” y estimulando el proceso digestivo.
Entre los probióticos más comunes se encuentra el Lactobacillus acidophilus, un tipo de bacteria que produce ácido láctico acidificando el medio en el que vive, las bifidobacterias (Bifidobacterium ssp.), un género de bacterias anaerobias que crece en la flora intestinal, y el Lactobacillus casei.
¿Qué son los prebióticos?
Los prebióticos son un tipo de fibra, presente sobre todo en algunos hidratos de carbono, que tiene la propiedad de estimular el crecimiento y la actividad de la microbiota. Su efecto se debe a la incapacidad del sistema digestivo de digerir dicho compuesto, de manera que se fermenta en el tracto gastrointestinal y se convierte en sustrato alimenticio para la microbiota.
Algunos de los prebióticos más conocidos son:
- los fructooligosacáridos, un tipo de oligosacárido natural
- la inulina, un glúcido complejo formado por cadenas moleculares de fructosa
- los galactooligosacáridos, una especie de fibra soluble presente en la leche materna.
5 beneficios de los probióticos y prebióticos para la salud
1. Previenen las alteraciones gastrointestinales.
Apostar por una dieta rica en probióticos y prebióticos ayuda a prevenir la aparición de numerosas alteraciones gastrointestinales, como la diarrea infecciosa y el estreñimiento. También contribuye a evitar la intolerancia a la lactosa y a atenuar sus síntomas en las personas que la padecen, a la vez que se le confiere propiedades protectoras frente al cáncer de colon.
2. Fortalecen el sistema inmunitario.
Los probióticos y prebióticos estimulan la función del sistema inmunitario y reducen el riesgo de padecer infecciones. Un estudio publicado en The British Journal of Nutrition analizó el efecto de los lactobacilos y bifidobacterias en la duración del resfriado y encontró que quienes consumieron estos microorganismos mejoraron antes. Esto porque promueven la producción de inmunoglobulinas y linfocitos, que activan la respuesta inmune.
3. Estimulan el metabolismo
El consumo de probióticos y prebióticos facilita la absorción de determinados nutrientes y minerales como el calcio y el magnesio, a la vez que favorece la síntesis de vitaminas del grupo B y la vitamina K. Asimismo, participan en la regulación del almacenamiento de energía y la biotransformación de xenobióticos.
4. Reducen el riesgo de padecer alteraciones psicológicas.
Cada vez más estudios científicos avalan la relación entre la microbiota intestinal y la salud psicológica. Se ha demostrado que una flora intestinal equilibrada puede prevenir la aparición de alteraciones psicológicas como la ansiedad y la depresión y mejorar los síntomas de trastornos como el autismo y el trastorno obsesivo-compulsivo. Una investigación publicada en la Journal of Neurogastroenterology and Motility encontró que el consumo de probióticos puede además potenciar la capacidad de memoria.
5. Reducen la inflamación
La inflamación causa múltiples enfermedades, pero con una dieta rica en probióticos y prebióticos puede mantenerse a raya. Esto porque actúan sobre los estímulos proinflamatorios asociados a la endotoxemia y los biomarcadores comunes de la inflamación, como la proteína C reactiva, a la vez que mejoran la producción de ácidos grasos de cadena corta con propiedades antiinflamatorias. De hecho, se considera que su consumo ayuda a combatir la inflamación crónica e intestinal.
¿Dónde puedes encontrar los probióticos y prebióticos?
Los probióticos y prebióticos se pueden encontrar de forma natural en algunos alimentos. Por ejemplo, el yogur, el chucrut, el kéfir, el kimchi y el té de kombucha son ricos en probióticos, mientras que la avena, el ajo, la cebolla, las legumbres, los espárragos y los puerros contienen fibra prebiótica.
También puedes apostar por los suplementos de probióticos y prebióticos, que no son más que concentrados naturales de estos microorganismos y fibras. Su ventaja radica en que son más fáciles de administrar, están confeccionados según las necesidades de los diferentes grupos de edades y además, contienen una mayor concentración de probióticos y prebióticos, por lo que suelen ser muy efectivos.
Referencias
- Sender, R. et. Al. (2016) Revised estimates for the number of human and bacteria cells in the body. PLoS Biology,14 (8).
- Wang H. et. Al. (2016) Effect of Probiotics on Central Nervous System Functions in Animals and Humans: A Systematic Review. Journal of Neurogastroenterology and Motility, 22 (4): 589-605.
- King S. et. Al. (2014) Effectiveness of probiotics on the duration of illness in healthy children and adults who develop common acute respiratory infectious conditions: a systematic review and meta-analysis. The British Journal of Nutrition, 112 (1): 41-54.