Qué es la Helicobacter pylori, sintomatología, cómo se combate y diagnóstico

¿Os diagnosticaron Helicobacter pylori? Entérate de todo aquí: qué es, cómo se combate y como ayudar a tu organismo a luchar contra la infección

¿Helicobacter pylori? Todas tus dudas aquí

El Helicobacter pylori es una bacteria capaz de vivir alojado en la mucosa del estómago humano. Esto no es algo usual ya que las condiciones de alta acidez del estómago hacen que no sea fácil que se produzcan infecciones en él. Sin embargo, el Helicobacter pylori es capaz de alojarse en la mucosa gástrica al producir una enzima llamada ureasa que hidroliza la urea presente en la mucosa gástrica y produce, en esta hidrólisis, dióxido de carbono y amoniaco. Este amoniaco neutraliza el ácido alrededor de la bacteria y le permite vivir y desarrollarse sin problemas en ese medio hostil.

Otro problema que encuentra la bacteria para crecer es la densidad de la mucosa gástrica que podría impedir su movimiento. Para solucionar este problema cuenta con potentes flagelos (a modo de «patitas») que le permiten moverse sin problema por la mucosa y desarrollar el proceso infeccioso.

¿Infección por Helicobacter pylori? No es tan raro

La infección crónica por Helicobacter pylori está muy extendida por todo el mundo. De hecho se calcula que 1 de cada 2 personas la presentan aunque en la mayoría de los casos la padecen sin síntomas claros lo que dificulta el diagnóstico. Esta incidencia varía según los países y edad de la población de modo que, en España y en adultos mayores de 40 años, la incidencia supera el 50%.

No es raro encontrar en una misma familia varias personas afectadas por la infección. El modo de contagio no está claro existiendo varias hipótesis posibles de contagio como pueden ser a través de las heces o a través de regurgitaciones estomacales. De cualquier manera es un tema aún en estudio.

Sintomatología y evolución de la infección por H. pylori

La evolución de la infección es la que nos va a mostrar los posibles síntomas:

  1. Al principio de la infección se produce una inflamación de la mucosa del estómago que puede pasar inadvertida durante años al no producir unos síntomas claros.
  2. La inflamación evoluciona a gastritis aguda y posteriormente a gastritis crónica. Aquí ya aparecen síntomas como dispepsias (malas digestiones), acidez, dolor estomacal, sensación de gases en la zona estomacal…
  3. La gastritis crónica puede estabilizarse como tal. Esto ocurre en un 84% de los casos. Otras veces la enfermedad evoluciona a situaciones más graves como son:
    • Úlceras gastroduodenales por el aumento de las secreciones ácidas en un 15% de los casos
    • Atrofia de la mucosa gástrica y evolución a cáncer de estómago en un 1% de los casos
    • Linfoma gástrico de MALT. Esto ocurre muy raramente pero se relaciona este tipo de cáncer con la infección previa por H. pylori.

Por todo esto, la infección por Helicobacter pylori está calificada por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer como cancerígeno de clase I ya que supone un riesgo para el hombre de padecer cáncer.

¿Cómo se diagnóstica el Helicobacter pylori?

El médico, ante la llegada de un paciente con algunos síntomas de los ya descritos o antecedentes familiares de primer grado de cáncer de estómago puede sospechar una infección por H. pylori.

Las pruebas diagnósticas se han simplificado mucho. Hace años sólo era posible diagnosticar la infección tomando una biopsia de la mucosa gástrica mediante una endoscopia. Actualmente existen métodos menos invasivos y bastante fiables como son:

  • Test respiratorio de la urea marcada en el carbono-13: este test es una prueba fácil de realizar y nada invasiva. Se basa en el hecho de que el H. pylori produce grandes cantidades de ureasa capaces de hidrolizar la urea y producir dióxido de carbono el cual pasaría a sangre y se eliminaría con la respiración en el aire espirado. De esta manera se administra al paciente una solución bebible de urea donde el átomo de carbono de la urea esta marcado (C-13). Este carbono marcado pasa a formar dióxido de carbono si hay presencia de H. pylori y ese dióxido de carbono marcado se mide en las exhalaciones de aire posteriores a la toma de la solución de urea. Se hacen varias medicines en el tiempo y se detecta o no la presencia de H. pylori en el estómago. Es una prueba muy específica y sensible teniendo una fiabilidad muy alta.
  • Detección de antígenos en las heces: Esta técnica se usa menos pero también puede resultar útil y fiable. Se buscan antígenos propios (proteínas específicas que se encuentran en la superficie de la bacteria) del H. pylori en heces confirmando o no la infección.

¿Qué tratamientos existen contra la Helicobacter Pylori?

La erradicación del H.pylori no es algo fácil y los fracasos terapéuticos son frecuentes. Encontrar medicamentos que puedan penetrar en la mucosa del gástrica y actuar bien en un medio tan ácido como es el del estomago es complicado.

El tratamiento habitual combina 2 antibióticos con un potente inhibidor de la acidez tipo omeprazol esomeprazol…. El primer tratamiento combina el inhibidor de la acidez (IBP) con amoxicilina y claritromicina como antibióticos durante 7-14 días. Si el paciente es alérgico a las penicilinas, se sustituye la amoxicilina por metronidazol. Este tratamiento presenta un fracaso aproximado del 30%

Si la primera combinación de antibióticos fracasa se suele recomendar otro tratamiento antibiótico diferente. En este caso se suele combinar el inhibidor de la acidez con amoxicilina e imidazol durante 14 días. Este segundo tratamiento tiene un fracaso cercano al 10% aún.

Cuando el segundo tratamiento fracasa se propone hacer una endoscopia para hacer una biopsia y cultivo con antibiograma para detectar a qué antibióticos es sensible el H. pylori que infecta al paciente.

Todo esto supone, para el paciente, tiempo de espera para mejorar de sus problemas digestivos, molestias de pruebas y, sobre todo, aparición de efecto adversos asociados a los tratamientos con antibióticos como son diarreas, náuseas,  hinchazón, alteraciones del gusto, infecciones intestinales oportunistas, malestar general…

Por este motivo se investigan otros sistemas terapéuticos que sustituyan a los anteriores o que, combinados con ellos, mejoren los resultados disminuyendo los fracasos terapéuticos.  Estos nuevos tratamientos introducen en la terapia sustancias no medicamentosas que favorecen y mejoran los resultados. Algunas son:

1.- Cepas microbióticas:

Se usan prebióticos que sean capaces de:

  • Adherirse a las células de la mucosa del estómago desplazando al H.pylori e impidiendo su crecimiento.
  • Sintetizar sustancia con efecto antimicrobiano que actúe inhibiendo el crecimiento del H. pylori
  • Fortalecer o modular el sistema inmunitario del enfermo de modo que pueda combatir mejor la infección.

Cada día hay más estudios,  in vitro e in vivo, sobre cepas concretas como:

  • Lactobacillus plantarum LA301: Inhibe el crecimiento y la adhesión del H. pylori a la mucosa gástrica.
  • Lactobacillus salivarus LA302: Inhibe el crecimiento y la adhesión del H. pylori a la mucosa gástrica y, además, tiene un efecto antiinflamatorio y modula el sistema inmunológico (favorece la producción de IL10)
  • Lactobacillus reuteri DSM17938: Inhibe el crecimiento del H. pylori al sintetizar sustancias antimicrobianas.
  • Lactobacillus reuteri ATCC PTA 6475: Ejerce un efecto antiinflamatorio sobre la mucosa gástrica.

Hay muchas cepas en estudio y, poco a poco, saldrán más al mercado. Estas cepas pueden mejorar mucho los resultados de los tratamientos convencionales. Además, disminuyen los efectos adversos de las terapias con antibióticos al combinarlos con los mismos.

2.- Oligómeros procianidólicos (OPC):

Estos OPC se extraen de sustancias naturales como la canela y existen estudios que demuestran que inhiben la adhesión del H. pylori a las células de la mucosa gástrica tanto más cuanto más alta sea la dosis administrada de estos OPC.

3.- Regaliz

El regaliz siempre se ha usado para prevenir y tratar úlceras gástricas y duodenales y para reducir la acidez. Ahora existen estudios que apoyan este uso ya que evidencian su capacidad para inhibir el crecimiento y la adhesión a las células gástricas del H. pylori.

4.- Vitamina C

Existen estudios que muestran que la vitamina C asociada a los tratamientos convencionales de 2 antibióticos y un antiácido mejora mucho los resultados.

5.- Aceite esencial quimiotipado AEQT de orégano

Recientes estudios realizados en 2 grupos de estudio distintos de Granada y Barcelona apuntan a que el uso de AEQT de orégano en pacientes con Helicobacter pylori mejora la sintomatología de los mismos en un 82%. Aún sin conseguir la erradicación de la infección en todos los casos de los pacientes en estudio, mejora mucho la sintomatología de los paciente abriéndose otra puerta para posibles combinaciones de este aceite esencial con otras sustancias. Durante este estudio, los pacientes sólo tomaron el AEQT de orégano sin combinarlo con antiácidos ni antibióticos. El AEQT de orégano contiene más de un centenar de principios activos con acción antibiótica, antiviral, antifúngica y antiparasitaria. Al contener tantas molécula diferentes es más difícil que se produzca una resistencia. Además no hay signos de que altere la flora intestinal evitando efectos secundarios propios de los antibióticos el único efecto adverso significativo es el reflujo con sabor a orégano que puede producir.

Como conclusión os diré que si estáis preocupados porque os han diagnosticado infección por H. pylori y no conseguís erradicarla o la infección es recurrente, podéis recurrir a productos dietéticos que ayuden a erradicar la infección con menos efectos secundarios.


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